Filed under: 2do semestre 2009
Las historias se mezclan, se cruzan, se enroscan, se trenzan, se pisan, se rompen, se cortan.
Con el tiempo aprendes a no prometer tanto, o a no dar tu palabra tan seguido. Te das cuenta, que las circuntancias de la vida, te llevan por caminos tan diversos, tan abiertos y separados que no podes estar seguro ni de tus propias palabras.
Nos movemos como larvas, lento pero seguro y no falta la sorpresa de despertarse al siguiente dia y darte cuenta que esa persona tan especial adentro tuyo ya es solo un desconocido, que lo que te rodea es algo tan nuevo, tan diferente, tan inesperado.
Es como si parte de vos hubiera desaparecido, murio con pilas de recuerdos, carpetas, dvds con fotos, cartas y notitas. Como cuando tu mamá te tiró las zapatillas que creiste que siempre ibas a tener.
Despues, te quedan recuerdos de los recuerdos, recuerdos de lo que sentias, recuerdos de lo que pudo ser. Hoy lo ves tan difuso, tan vacio, tan simple, eso que creias tan especial tan unico y tan complicado.
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Arcilla del suelo 